lunes, 26 de octubre de 2009

Café Oliver


No hace mucho, un domingo cualquiera, me desperte con ganas de tomar un Brunch. Un brunch es un desayuno/comida, ideal para esos que se quedan pegados a las sábanas los fines de semana. 
Suele constar de un plato principal, yo siempre me pido Eggs Benedict, y de varios bollos, zumos, cafés... un coctel muy "english".

El primer brunch que tomé fue en New York. En ese lado del planeta se me pegaban muchísimo las sábanas y a mis compañeros, sobre todo a Jimbo, se les pegaba hasta el colchón... En fin, me encantan los brekfast/Lunch. (En otra entrada hablare de restaurantes en NY)

Así que ese día, María y yo, decidimos llamar a Jimbo para invitarle a un brunch en el conocido Café Oliver de Madrid (http://cafeoliver.com/). Un restaurante de moda con un toque francés del que nunca habíamos oído hablar...

El Café Oliver nos gustó bastante. Comimos bien y parecía que estábamos en un pequeño rincón de París rodeados de carteles de RICARD (un anis con el que en Francia hacen el "aperó"), sillas de madera y tonos rojos en las mesas. Yo con mis Huevos Benedict y mi cheesburger me quede satisfecho pero no me quede impresionado.  El trato del camarero con nosotros era bastante seco, aunque nos sirvió correctamente. Sin mas.  El que parecía el "maitre" o propietario fue el mas correcto de todos, aunque sin destacar.

Café Oliver me pareció el típico sitio que se pone de moda en una gran ciudad, donde se come "ni bien ni mal" pero que, por ser un lugar diferente, triunfa. Y triunfar, triunfa... Es normal que la gente reserve para poder tener mesa (se puede hacer por internet, algo que sigue siendo novedoso para el 95% de los restaurantes)

Nosotros tuvimos doblemente suerte, encontramos un lugar para aparcar justo delante y nos dieron mesa solo entrar! La vida es maravillosa... o no por que en esa calle, que estaba en obras, pinché la rueda del coche de Maria.

Así que el maldito brunch nos salió carísimo! No solo por que la rueda era una "runflat" que no se puede reparar... sino porque el Café Oliver no es del todo barato y menos si pagas por tres!

Volvería a ir al Café Oliver? Seguramente SI:  si tengo reserva, voy en taxi, paga Jimbo y tengo ganas de rodearme de un ambiente "cool".


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